Sebastian

Técnica: Mixta 

Soporte: tela

Medidas: 120 x 120 cm

Fecha:2-3 Abril 2025

Colección Privada

En esta obra, el azul y el rojo no solo son colores, sino pulsaciones del alma. El azul, en el lado izquierdo, susurra la profundidad de los recuerdos, la melancolía de lo eterno, el eco de una música que sigue vibrando en el alma de quienes la escucharon. El rojo, en el lado derecho, late con la fuerza de la pasión, la energía de la creación y el fuego de una vida que dejó huella.

El retrato emerge entre estos colores, figurativo pero envuelto en su propia atmósfera, donde la ausencia se vuelve presencia y el sonido se convierte en color. Sebastián, DJ, hijo amado, espíritu vibrante, se encuentra en el centro de esta composición, donde su presencia trasciende la ausencia. Sus audífonos aún resuenan con la energía de las melodías que compartió, y su esencia sigue latiendo en cada pincelada.

Sus padres, en un acto de amor y resiliencia, han transformado el dolor en un faro de luz, dando nacimiento a una fundación que lucha contra las adicciones en adolescentes. Así, Sebastián sigue dejando su huella, no solo en quienes lo amaron, sino en cada vida que su historia podrá tocar y transformar.

Esta pintura es un tributo, un latido, una memoria que nunca se apaga. Porque el amor que inspira, nunca desaparece.

In this work, blue and red are more than just colors they are pulses of the soul. Blue, on the left side, whispers the depth of memories, the melancholy of the eternal, the echo of music that still resonates in the hearts of those who once heard it. Red, on the right, beats with the force of passion, the energy of creation, and the fire of a life that left its mark.

The portrait emerges between these colors figurative,, yet enveloped in its own atmosphere  where absence becomes presence and sound transforms into color.  Sebastián, a DJ, a beloved son, a vibrant spirit, stands at the center of this composition, where his presence transcends absence. His headphones still echo with the energy of the melodies he shared, and his essence continues to beat in every brushstroke.

His parents, in an act of love and resilience, have transformed grief into a beacon of light, giving birth to a foundation that fights against adolescent drug addiction. In this way, Sebastián continues to leave his mark not only on those who loved him, but on every life his story may touch and transform.

This painting is a tribute, a heartbeat, a memory that never fades. Because the love that inspires, never disappears.