Imix: El Dragon Rojo del Movimiento

Técnica: Mixta, texturas, arenas, hoja de plata, acrílico y óleo sobre tela.
Medida: 120 x 120 cm
Año de realización: 2024

Redes: Ig: @erika_alfiero_art

En el corazón de esta visión, el sello de Imix, el dragón rojo de la cosmovisión maya, late con la fuerza de los antiguos dioses. Imix, guardián de los ciclos eternos, infunde su energía en cada pincelada, recordándonos que el movimiento es un ritual sagrado, una danza perpetua entre el pasado y el futuro.

En la sinfonía de la creación, esta obra se erige como un monumento a la magia del arte en movimiento. Es un homenaje a la alquimia entre la tradición y la innovación, donde los antiguos glifos mayas y los modernos Mini Cooper convergen en un abrazo eterno, tejiendo juntos la tela de la historia en un lienzo de infinitas posibilidades.

Cosmovisión Maya

En el vértice de la creación, donde los ciclos se entrelazan y el tiempo se desdobla, emerge "Imix: El dragón". En su resplandor rojo, encarna el poder primordial de la génesis, el punto de partida de toda manifestación.

En este lienzo, las líneas se curvan como el fluir de los ríos primigenios, llevando consigo la esencia misma del nacimiento. Los tonos carmesí danzan en una danza eterna, pintando el lienzo del universo con la energía ardiente de la creación.

Imix, líder y el guardián de los comienzos, infunde cada trazo con su fuego divino, recordándonos que en cada partida y en cada amanecer yace el potencial de lo nuevo. Sus ojos, centinelas de la eternidad, observan el devenir del cosmos con una sabiduría ancestral, marcando el inicio de cada ciclo con su aliento de vida.

En esta obra, Imix es el catalizador de la transformación, el punto de partida de un viaje hacia lo desconocido. Es el grito primordial que despierta la creatividad dormida en el alma humana, invitándonos a emprender un viaje de descubrimiento y renovación.

Imix: primer glifo del calendario solar maya.  El Iniciador, una celebración de los comienzos, una oda al poder eterno de la creación.